sábado, 12 de mayo de 2012

Yacimientos de la Sierra de Atapuerca

1. La Sierra de Atapuerca.

Situada en la confluencia de una rica diversidad de ecosistemas, a unos quince kilómetros al este de Burgos, la Sierra de Atapuerca ha sido testigo del paso de la Humanidad desde hace más de un millón de años.

El por qué de nuestra existencia ha sido siempre una cuestión que se han planteado y han intentado explicar todos los pueblos a lo largo de su historia, tal como reflejan los mitos y leyendas. Gracias a los hallazgos de la Sierra de Atapuerca podemos formularnos hoy, sobre bases científicas, preguntas fundamentales sobre quiénes y cómo éramos y en qué consistía nuestra existencia hace miles de años.

La Sierra de Atapuerca ha aportado datos de enorme valor sobre la vida prehistórica. De ahí que, tanto por el registro fósil y arqueológico que preservan sus yacimientos, como por los trabajos relativos a su excavación e interpretación, haya sido reconocida por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad desde el 30 de noviembre de 2000.



   




La Sierra de Atapuerca nació para la investigación a finales del siglo XIX, cuando la compañía ingles “The Sierra Company Limited” cortó una enorme trinchera de más de un kilómetro de longitud y hasta 20 metros de profundidad en la caliza de la Sierra para el paso de una línea de ferrocarril minero. La construcción de esta trinchera del Ferrocarril puso al descubierto numerosas cavidades colmatadas con rellenos pleistocenos, que hoy forman algunos de los yacimientos conocidos en la Sierra.


Los yacimientos de la Sierra conservan un registro paleontológico y arqueológico excepcional por su abundancia, extraordinaria preservación e importancia científica. La cronología que abarcan los yacimientos de la Trinchera es muy amplia y corresponde principalmente a rellenos depositados durante el Pleistoceno Inferior y Medio, con una antigüedad de entre 1.200.000 y 200.000 años.
1.2. Los yacimientos de la Sierra de Atapuerca.


 Actualmente hay cinco yacimientos principales en fase de excavación en la Sierra, de los cuales se puede visitar, por su accesibilidad al público, la Sima del Elefante, Galería y la Gran Dolina, que se concentran a lo largo de la Trinchera.


1.2.1. Sima del Elefante.

La Sima del Elefante es el yacimiento de excavación más reciente en la Trinchera. Adopta su nombre tras confirmarse, en el año 2001 y después de varias campañas de excavación, la existencia en él de restos de elefante. Sus sedimentos alcanzan una profundidad de unos 15 metros que, cronológicamente, abarcan todo el período de ocupación humana correspondiente al Pleistoceno en la Sierra, siendo de especial interés sus niveles inferiores. Éstos, los más antiguos conocidos en Atapuerca, superan el millón de años en su base y contienen una fauna realmente espectacular, con una rica diversidad de carnívoros, herbívoros, micromamíferos, aves y hasta un primate. Más importante aún es la industria lítica que se ha encontrado en ellos, que constata la presencia humana más antigua en la Sierra de Atapuerca. Por otro lado, los niveles superiores son mucho más recientes; se sitúan en el Pleistoceno Medio y presentan, junto a abundantes restos de caballos y ciervos, útiles líticos.

1.2.2. Galería y Covacha de los Zarpazos.

Galería fue el primer yacimiento excavado de forma sistemática en la Trinchera. Se trata de una galería subterránea con apertura hacia el exterior en forma de una chimenea, una sima en la parte derecha del yacimiento. Esta chimenea parece haber servido como una trampa natural donde los animales de la zona cayeron frecuentemente, para ser aprovechados posteriormente por los carnívoros y humanos. El acceso a la parte principal de la cueva parece haber sido a través de la Covacha de los Zarpazos, que se encuentra en la parte izquierda del yacimiento.
En los niveles excavados se han identificado cinco fases en el depósito de los sedimentos, con una presencia humana más importante. En esta fase se han catalogado hasta trece suelos distintos de ocupación humana donde abundan las herramientas líticas asociadas a restos de caballos, ciervos, bisontes y rinocerontes. La presencia de carnívoros también es evidente. La cronología de los sedimentos de Galería podría ubicarse entre hace 200.000 y 400.000 años. Junto a Galería, en la Covacha de Zarpazos, se han encontrado un fragmento de cráneo y otro de mandíbula humana que pertenecen a la especie Homo heidelbergensis.














       



1.2.3. Gran Dolina.

Es el yacimiento más conocido de la Trinchera. Sus 18 metros de sedimentos componen once níveles geológicos distintos que recorren una secuencia que abarca desde hace un millón de años en su base (TD1) hasta hace unos 200.000 años en su nivel superior (TD11). La presencia de humanos más antigua en la Sierra se sitúa en torno a un millón de años, tanto en la base de la Sima del Elefante como en el nivel TD4 de Gran Dolina, donde se han encontrado herramientas primitivas. También se destaca la presencia de grandes carnívoros en los niveles inferiores de la Gran Dolina.

Estos carnívoros eran unos competidores formidables para los humanos de esa época remota en la lucha por los recursos más importantes que aportaba el medio ambiente: la comida y el refugio.

Pero fue el descubrimiento de restos humanos y herramientas líticas en el nivel TD6 el que ubicó para siempre la Gran Dolina en el mapa de la Prehistoria. Su descubrimiento en el año 1994 también significó la prueba definitiva de una presencia humana de las más antiguas de Europa. El nombre de la nueva especie establecida a partir de estos fósiles humanos, Homo antecessor, destaca el carácter explorador y pionero de estos primeros europeos que provenían de África.
 Los investigadores han identificado, en numerosos restos de Homo antecessor, marcas de cortes que sólo pueden haber sido producidas por una herramienta lítica. La presencia de tales marcas, sugiere que estos homínidos practicaban el canibalismo.
El nivel TD7 documenta una inversión magnética en los polos norte y sur de la Tierra, algo que ha ocurrido con frecuencia a lo largo del tiempo geológico. Esta inversión se conoce como el límite Matuyama-Brunhes y define la frontera entre el Pleistoceno Inferior y el Medio hace unos 780.000 años. Por tanto, los fósiles del Homo antecessor tienen, al menos, 780.000 años de antigüedad.
El nivel TD8 registra una interrupción en la deposición de los sedimentos, ya que la fauna de su parte inferior muestra una clara continuidad con los niveles inferiores, mientras que la parte superior documenta la aparición de especies más modernas. El nivel TD10 evidencia una época de uso intenso del yacimiento por parte de los humanos, y se caracteriza por un tipo de industria lítica difícil de definir.


Las últimas novedades sobre la excavación de la Gran Dolina tuvieron lugar en 2003, cuando se descubrieron nuevos restos de Homo antecessor en el nivel TD6: un fragmento de cráneo inmaduro y una mandíbula. Estos hallazgos confirman el gran potencial de los depósitos de la Gran Dolina y sugieren que queda mucho por descubrir sobre estos primeros europeos.






-Homo antecessor: El primer europeo.

El día 8 de julio de 1994, la Sierra de Atapuerca reveló uno de sus secretos más sorprendentes. La excavación en el yacimiento de Gran Dolina había alcanzado ya el nivel TD6, que proporcionaba abundantes herramientas líticas primitivas y restos de fauna datada en unos 800.000 años. Aquel día, en el llamado estrato Aurora, denominado así por una de las arqueólogas del equipo, se descubrieron los primeros restos de lo que sería una nueva especie humana: Homo antecessor.

Fiel a su nombre, estos humanos fueron verdaderos pioneros del Pleistoceno.
Después de dos compañas de excavación, se habían recuperado más de 80 fósiles humanos que correspondían a diversas partes del cuerpo: una cara y varios huesos craneales, dientes, costillas, vértebras, huesos de los antebrazos y de manos y pies. El estudio de estos restos ha permitido conocer cómo eran estos humanos tan remotos en el tiempo. Lo más sorprendente fue el aspecto de la cara, ya que parecía casi idéntica a la nuestra. Por otro lado, los dientes eran muy primitivos. El hueso frontal de la cara también presentaba unas cejas bastante desarrolladas. Respecto a la estatura , ésta se ha establecido en torno a 1´70 metros, por el tamaña de los huesos largos del cuerpo. Fue esta combinación de rasgos, la que llevó a los investigadores a proponer una nueva especie humana, dado que ningún otro fósil conocido compartía esta anatomía.
Centenares de miles de años más tarde, estos pioneros del Pleistoceno evolucionaron hacia el Homo heidelbergensis, otra especie que está bien representada en la Sierra de Atapuerca. Los restos humanos encontrados en la Gran Dolina ocupan una posición central en la evolución humana, siendo el último antepasado entre los Neandertales y nosotros.

1.2.4. Sima de los huesos.


Este yacimiento es una pequeña cámara situada en la base de un pozo vertical de unos 13 metros de profundidad ubicado en la parte más profunda de la Cueva Mayor. Sus sedimentos datan el Pleistoceno Medio, hace unos 400.000 años, y conservan una extraordinaria riqueza en fósiles de carnívoros y humanos. El hallazgo de más de 5.000 fósiles humanos de ambos sexos y distintas edades pertenecientes a la especie Homo heidelbergensis ha convertido a la Sima de los huesos en el yacimiento más rico del mundo. Se ha estimado que la colección de fósiles humanos de la Sima de los Huesos compone el 90 por ciento del registro mundial conocido de este período, el Pleistoceno Medio. Entre los restos recuperados de estos antepasados de los Neandertales destacan numerosos cráneos, centenares de dientes, una pelvis completa, varios fémures y hasta los huesos más pequeños del cuerpo humano: los del oído.
La única pieza de industria lítica encontrada en la Sima (en 1998), un bifaz, llamado Excalibur, de cuarcita roja y ocre. Estamos ante el primer ajuar de la Prehistoria, lo que implicaría la existencia de una mente simbólica, capaz de reflexionar sobre el significado de la vida y la muerte, en el Homo heidelbergensis. Tanto por su extraordinaria riqueza paleontológica como por las profundas implicaciones del descubrimiento del bifaz, la Sima de los Huesos es, sin duda, un yacimiento único en el mundo.

-Homo heidelbergensis: El antepasado de los Neandertales.

La extraordinaria colección de restos de Homo heidelbergensis recuperada en la Sima de los Huesos demuestra claramente que esta especie es el antepasado de los Neandertales del Pleistoceno Superior en Europa. Estos fósiles presentan algunos rasgos anatómicos típicos de los Neandertales y han permitido a los investigadores estudiar, por primera vez, una población de humanos de Pleistoceno Medio.
El tamaño de su cerebro llegó a alcanzar el nuestro. A la vez, medían en torno a 1´75 metros y pesaban alrededor de 95 kilos de puro músculo. Estos humanos eran cazadores formidables: no sólo contaban con herramientas líricas más desarrolladas que las del Homo antecessor, la industria conocida como Achelense, sino que también fabricaban lanzas de madera de grandes dimensiones, que medían más de 2 metros de la longitud.






El destino evolutivo del Homo heidelbergensis en Europa les llevó a convertirse en los Neandertales del Pleistoceno Superior, población que fue testigo, hace unos 40.000 años, de la llegada a este continente de nuestra propia especie, Homo sapiens. Aunque todavía no se han encontrado Neandertales en la Sierra de Atapuerca, se sabe que estuvieron en otras cuevas de la provincia de Burgos. Los Neandertales perduraron unos 10.000-13.000 años más, y las últimas poblaciones ocuparon el sur de la Península Ibérica, hasta que desaparecieron de la Tierra dejando tras de sí las huellas de su existencia en las cuevas y abrigos de Europa.
1.2.5. Mirador, Portalón y Galería de Sílex.

La Sierra de Atapuerca seguía formando un lugar de ocupación humana mucho después de que desaparecieran los Neandertales y la época de los glaciares. Los yacimientos del Mirados, el Portalón y la Galería de Sílex guardan registro de actividades humanas complejas durante épocas más recientes de la Prehistoria. Aunque la Sierra fue habitada durante el neolítico, la evidencia más espectacular se centra sobre todo en la época de la Edad de Bronce, entre hace unos 3.000 y 4.000 años. Este periodo se caracteriza por un cambio radical en la relación entre los seres humanos y su entorno.

El yacimiento del Mirador es el más alejado del complejo de yacimientos en la Sierra de Atapuerca. Sin embargo, esta cueva formaba parte importante en la vida de los humanos de la Edad de Bronce. El descubrimiento de una fosa con restos de hasta seis individuos de ambos sexos y diversas edades y datado en 3.670 años indica que ésta fue usada como una cueva sepulcral.

El inicio de nuevas excavaciones en el Portalón de Cueva Mayor ha permitido documentar durante la Edad de Bronce el desarrollo artesanal de la cerámica decorada, adornos personales de hueso, asta o marfil y la fabricación de punzones de hueso y bronce.




Ambas cuevas, el Mirador y el Portalón son muy prometedoras, ya que la riqueza de sus depósitos se desconoce. Sin embargo, hay otro yacimiento que hoy en día ofrece vestigios aún más espectaculares sobre la complejidad de la vida durante la Edad de Bronce: la Galería de Sílex.

Esta cueva forma parte del sistema kárstico que compone la Sierra de Atapuerca, y se cerró al mundo exterior en algún momento remoto durante o justo después de la Edad del Bronce. Este hecho fortuito explica por qué hoy se conservan prácticamente intactos sus suelos de actividad humana y su arte rupestre. En una de sus cámaras se han encontrado restos de decenas de individuos humanos y de animales domésticos y salvajes junto con herramientas líticas y óseas, cerámicas fragmentadas y amplia evidencia de actividades de carácter ritual. También hay abundantes pinturas y grabados a lo largo de las paredes que forman todo el conjunto de galerías. Algunas de las iconografías representadas en el arte rupestre se han encontrado también figuradas en las cerámicas de este yacimiento.
2.Vídeos explicativos.




3. Bibliografía.





3 comentarios:

  1. Buen trabajo y muy buenos videos que explican y resumen el desarrollo realizado anteriormente sobre los Yacimientos de Atapuerca.

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  2. Muy buen trabajo con vídeos buenos que te lo explican casi todo, este trabajo es uno de los mejores

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  3. GRAN TRABAJO CON ILUSTRACIONES Y VIDEOS QUE EXPLICAN EL TEMA TRATADO PARA SU MEJOR COMPRENSIÓN. BUEN TRABAJO.

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